miércoles, 26 de agosto de 2009

Hacer feliz al prójimo...


Hoy no me apetecía escribir de política o de repateo de tripas, que viene a ser lo que cada día se nos pone delante de nuestras narices, sino del otro, del que tenemos cerca, del prójimo, cercano o algo lejano,pero tan humano como nosotros, que siente y padece igual, que goza y sufre de la misma manera...
Estaba durmiendo y he sentido un poco de frío. Aquí ya sabéis que la madrugada no es igual que en las ciudades, sino que refresca como debe ser. Pues bien, he estirado la mano intentando alcanzar la manta y he pensado en las personas que están cerca de nosotros, que nos cuidan, que dan todo lo que tienen por hacernos la vida más llevadera.
Son cientos de gestos, de donaciones en forma de hechos totalmente gratuitos, sin hora ni tiempo, sin precios ni desprecios, muy al contrario, plena generosidad.
Hacer feliz al prójimo es dar un poco de sí mismo, no es perder de sí mismo sino compartir el pan que se tiene.
No siempre es fácil. A veces nos cuesta porque el egoismo sale a flote, y otras veces ese prójimo no se deja dar lo que generosamente queremos darle.
Hacer feliz al prójimo no es menguar, sino crecer en felicidad.
Buen jueves, amigos.

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