martes, 4 de agosto de 2009

Lo que queda de España...


Estos días de estancia en Canfranc estoy devorando libros, eso es bueno. Ahora tengo en marcha dos de Federico Jiménez Losantos(ESPAÑA Y LIBERTAD Y MAS ESPAÑA Y MÁS LIBERTAD) donde, partiendo de artículos diarios suyos, se hace una magnífica radiografia de la situación actual española.
Se podrá coincidir o no con Federico. Personalmente estoy más cercano que lejano de muchas de sus tesis, pero lo que si estoy comprobando es que en un alto porcentaje acierta en sus planteamientos sobre el devenir de nuestra patria en manos de estos sujetos.
Uno de los artículos, llamado Codictadura, me ha impresionado especialmente. En él refleja la táctica seguida por Rodríguez para hacerse con el poder, afianzarse en el mismo y, maquiavélicamente, dar cumplido fin a sus planes.
Habla Federico de como este sujeto se alía con todos aquellos que desean el mal para España, sea ETA o los nacionalismos catalanes y vascos, a los que concede(como si pudiese hacerlo)todo aquello que le solicitan, convenga o no a los intereses de la nación.
Nada le frena en ese camino a su propia perpetuación en el poder. Compra las voluntades que precisa para ello.
Hemos considerado a este sujeto alguien de interés menor, y lo es, pero eso no quita que sea peligroso y mezquino, con una idea trazada, que enlaza con aquella II República idílica de sus sueños juveniles.
Nada se le va a poner por medio para conseguir dicho fin.
Tiene detrás a un partido rendido, pesebrero, dispuesto a cualquier cosa con tal de pillar cacho.
Las más altas instancias de España parecen haber caído en sus redes o entendido el mensaje:
Si tú callas, yo te dejo estar...
Olvida dicha alta estancia que la historia suele repetirse y que el puerto de Cartagena sigue ahí...
Cuando ya no sirva a sus fines le indicarán el camino del destierro.
Nunca alguien tan absolutamente carente de talla ha acumulado y concentrado tanto poder en sus manos.
Con el judicial convertido en un remedo de lo que fue, con los medios informativos rendidos en su mayoría, con una oposición estupefacta, este tipo, a pesar de los casi cinco millones de parados tiene aún el tirón suficiente para llevar a término su idea de la destrucción de España.
Cuanto más dividida,mejor para él.
Sería bueno reflexionar sobre esto y ver donde nos encontramos, si en la trinchera o doblando el espinazo servilmente.
El resto depende absolutamente de nuestra actitud.
Un abrazo, amigos.

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