La verdad es que no apetece hablar siempre de lo mismo pero parece que la actualidad manda. A veces las musas no acuden sino para reafirmarse en los temas y entonces no toca sino obedecerlas, que no está la cosa para muchas rebeliones.
Y acaba uno hablando del sujeto que tenemos en la cabeza desde hace casi seis años. El dueño de nuestros pesares, que no de nuestras escasas alegrías.
Negó la crisis hasta la saciedad, de una manera despreciable y, cuando tuvo que reconocerla, se empecinó en decir que no llegaría a dañar a los españoles.
Ninguna de las dos posturas eran ciertas, al menos para el pueblo español.
Después de despilfarrar miles de millones ahora toca empeñar a la nación en una misera paga para ir tirando, una limosna que da él y que pagamos el resto.
Y le siguen teniendo como referente muchos españoles, no lo olvidemos.
Si los parados siguen en el paro es porque no se toman las medidas adecuadas para frenar dicho paro y reactivar la economía española. Mientras, otras naciones de nuestro entorno van despegando ya de la crisis.
Quiero añadir un párrafo de un economista sobre la situación actual:
La carga de parásitos es demasiado elevada. En general, en la medida en que una sociedad va prosperando surgen figuras económicas y políticas parasitarias que tienden a chupar de la incipiente riqueza. El gran problema aparece cuando dichos parásitos crecen en número y creen que tienen un derecho inalienable a dicha sustracción. Llega un momento en que consideran que reciben menos de lo que merecen, y que la gallina que pone los huevos de oro lleva dentro un mecanismo oculto para crear la riqueza que a ellos se les niega (es decir, mucho más de lo que generan con su trabajo y sus habilidades). Así que cargan contra el empresario y terminan por matarlo, bien directamente, en una cruenta revolución proletaria, bien poco a poco, por asfixia, robándole todo lo que crea. Al final sólo queda una gallina muerta y ningún mecanismo del que sacar oro, ni huevos. En definitiva, una "economía sostenible".
Lo que es insostenible no es nuestro orden económico capitalista, sino los gobiernos que se dedican a destruirlo bien de golpe, bien poco a poco en nombre de unos ideales que jamás se realizan. (Javier Moreno,LD-economista)
Llegará el día, eso espero y deseo, que escribiremos de otras cosas, agradables o no, pero habremos olvidado a este sujeto. ¡Ya no sé si es una ilusión o puede ser realidad!.
Un abrazo.
Y acaba uno hablando del sujeto que tenemos en la cabeza desde hace casi seis años. El dueño de nuestros pesares, que no de nuestras escasas alegrías.
Negó la crisis hasta la saciedad, de una manera despreciable y, cuando tuvo que reconocerla, se empecinó en decir que no llegaría a dañar a los españoles.
Ninguna de las dos posturas eran ciertas, al menos para el pueblo español.
Después de despilfarrar miles de millones ahora toca empeñar a la nación en una misera paga para ir tirando, una limosna que da él y que pagamos el resto.
Y le siguen teniendo como referente muchos españoles, no lo olvidemos.
Si los parados siguen en el paro es porque no se toman las medidas adecuadas para frenar dicho paro y reactivar la economía española. Mientras, otras naciones de nuestro entorno van despegando ya de la crisis.
Quiero añadir un párrafo de un economista sobre la situación actual:
La carga de parásitos es demasiado elevada. En general, en la medida en que una sociedad va prosperando surgen figuras económicas y políticas parasitarias que tienden a chupar de la incipiente riqueza. El gran problema aparece cuando dichos parásitos crecen en número y creen que tienen un derecho inalienable a dicha sustracción. Llega un momento en que consideran que reciben menos de lo que merecen, y que la gallina que pone los huevos de oro lleva dentro un mecanismo oculto para crear la riqueza que a ellos se les niega (es decir, mucho más de lo que generan con su trabajo y sus habilidades). Así que cargan contra el empresario y terminan por matarlo, bien directamente, en una cruenta revolución proletaria, bien poco a poco, por asfixia, robándole todo lo que crea. Al final sólo queda una gallina muerta y ningún mecanismo del que sacar oro, ni huevos. En definitiva, una "economía sostenible".
Lo que es insostenible no es nuestro orden económico capitalista, sino los gobiernos que se dedican a destruirlo bien de golpe, bien poco a poco en nombre de unos ideales que jamás se realizan. (Javier Moreno,LD-economista)
Llegará el día, eso espero y deseo, que escribiremos de otras cosas, agradables o no, pero habremos olvidado a este sujeto. ¡Ya no sé si es una ilusión o puede ser realidad!.
Un abrazo.
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