viernes, 3 de abril de 2009

El becerro de oro...


.(Éxodo 32,1-6)
Al ver el pueblo que Moisés tardaba en bajar del monte, se reunió entorno a Aarón y le dijo: «Anda, haznos un dios que vaya delante de nosotros,pues no sabemos qué ha sido de ese Moisés, que nos sacó del paísde Egipto.» Aarón les respondió: «Quitad de las orejas los pendientesde oro a vuestras mujeres, hijos e hijas, y traédmelos.» Todo el pueblose quitó los pendientes de oro de las orejas, y los entregó a Aarón. Éllos tomó de sus manos, los fundió en un molde e hizo un becerro de fundición.Entonces ellos exclamaron: «Éste es tu Dios, Israel, el que te hasacado del país de Egipto.» Al verlo Aarón, erigió un altar ante el becerroy anunció: «Mañana habrá fiesta en honor de Yahvé.» Al día siguiente se levantaron de madrugada y ofrecieron holocaustosy presentaron sacrificios de comunión. El pueblo se sentó a comer y beber,y después se levantó para divertirse.

Anoche, mientras terminaba de recoger las cosas del Bar y Roberto, nuestro camarero se afanaba en dejar las mesas limpias y Marina, nuestra bella cajera de ojos color de mar cuadraba la caja pensaba en lo sencillo que era este local, sin estridencias,cómodo pero no lujoso, agradable pero no recargado, confortable pero sin derroches...
Y eso me hacía sentir bien. No es preciso vivir por encima de nuestras posibilidades para ser medianamente felices, porque la felicidad es un estado que surge de la estabilidad del alma y esa estabilidad se logra equilibrando las distintas pasiones que el hombre tiene.
Eso es al menos lo que me decía un profesor de filosofía en mi juventud. Equilibrio de pasiones.Frenar el caballo desbocado que todos llevamos dentro.
Dos amigos de estas páginas hablaban también hace poco de ese tema: Mamita y Roge.
Una de la agresividad y el otro del amor materno desarrollado o no.
Yo les arguía a ambos que es el control de todo eso y luego su concrección los que nos hace personas o bestias.
Si controlas y domas tus pasiones actuas bien, y eso da fruto. Si no desarrollas amor por un hijo, posiblemente no te importe que muera triturado,no es nada tuyo...
Se nos ofrecen miles de ídolos, de dioses falsos a los que adorar. Se muestran con nombres distintos: lujos, posición, hedonismo, progreso, desprecio a la moral, a la fe, a la misma humanidad...
Está en nosotros la respuesta.
Buen sábado,amigos.

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