martes, 14 de abril de 2009

Una horita corta...


Es lo que se suele decir a la gestante que anda en los últimos días de su embarazo,con una tripa descomunal,las piernas,la cara y todo el cuerpo hinchado como una bota...
Es un deseo, creo que un buen deseo, que suele ser recibido por la futura madre generalmente con una sonrisa de compromiso,como diciendo:¡No sabe usted bien lo que yo deseo que sea corta, que ni llegue a una hora!.
Nosotros estamos viendo el embarazo de este gobierno, o desgobierno,como queramos llamarlo y no podemos sino desear que sea una horita corta para que el parto se produzca y el nuevo "rorro" de una solución para todos nosotros en forma de cambio real de gobierno sea una realidad palpable,besable y acariciable...
Porque vemos esos labios hinchados al que se le escapan algunos peones de la Economía en forma de ayudantes de Solbes(¡de Solbes!)que huyen del barco antes de la quema, por si las moscas...
Asistimos a los masajes al ejecutivo en forma de fotos,muchas fotos, de Rodríguez con Obama,de Salgado con Manolo, de Manolo con Salgado, de Pepiño con Espe,¡qué trajín, que mareo!...
Ni con un buen cojín descansan esos riñones agotados. A ver si se dan cuenta de todo lo que están haciendo y se deciden a parir, es decir, marcharse y dejar a otros que enderecen el tema.
Dudo que haya gobierno. A las pruebas me remito.
Toda España está ahorrando y ellos despilfarrando.
¿De qué están sirviendo los planes E,F,G,H,...?.
Vamos a contar mentiras: en el mar corre la liebre y en el monte las sardinas, tralará, y en el monte las sardinas...
¿Cómo se puede pasar de torero a gobernador?. Pues degenerando, señor, degenerando...
Buen día, amigos.

1 comentario:

Delfin Córcoles dijo...

Buenos días amigo Cami,

Magnifica cita de Belmonte. (Por cierto, no era ni torero, era banderillero),

En cuanto a si alguien nos oculta algo del 11-M... no se, pero creo que todos sospechamos lo fundamental y que los medios e investigadores que están destapando cosas lo van haciendo en la medida que las van pudiendo probar. Porque no basta con sospechar o "saber" que pasó, en un acontecimiento de estas características hace falta probarlo.