miércoles, 6 de mayo de 2009

Ante la vida...


Me despierto pensando en uno de mis héroes cívicos:
El rey Leónidas de Esparta, aquél que con su guardia de 300 espartanos se hizo fuerte en el Paso de las Termópilas para frenar al ejército persa,infinitamente superior en medios y hombres, pero no en capacidad de sacrificio, de honradez y de amor a su patria...
Este buen rey que advierte a sus hombres que desayunen bien porque esa noche cenarán en el Averno, que sabe a donde se dirige y mejor aún, por qué se dirige hacia su muerte es un referente actual en muchas de las situaciones que nos rodean.
Quiero poner aquí un bello texto de Javier Tebas que he encontrado. Refiere perfectamente una estupenda postura frente a la vida.
Si la entereza y el honor nunca estuvieron exentos de espinas, sigue adelante sin miedo. No hagas de tu vida un camino fácil, en el que mirar a otro lado vencido a la hipocresía y los vulgares intereses, que a tantos ya languidecieron a lo largo de la historia.
¿No lo sientes? En medio de la intemperie y el doloroso sacrificio, nace la más sincera felicidad. Esa que germina de la virtud, de la conciencia, del querer seguir con humilde honradez los pasos de todos aquellos que ya antes, decidieron avanzar sobre los fundamentos de sus principios, e hicieron de su vida un alegato a la fidelidad y la coherencia.
No te rindas, no te dejes caer al desaliento, sueña. Ni los éxitos ni los obstáculos deben cambiar un ápice tu actitud coherente, firme y valiente. Sigue buscando la verdad sin dejarte engañar por las glorias o las penas, por los amigos o los enemigos, por lo fácil o lo difícil.
Compadécete de aquellos pobres, que toman como guía la hipocresía, la tibieza, el mierdo y los intereses superficiales, porque se creen libres pero están atados, y solo encontrarán la más profunda tristeza.
Querido amigo descubre ante las adversidades, las oportunidades que te da Dios para servirle, para ser un ejemplo precioso y edificante ante los tuyos. Sabrás entonces que frente a una actitud de honor como la tuya, te fallarán muchos en esta vida, pero quedarán a tu lado los mejores compañeros de viaje.
Permíteme terminar compartiendo contigo unos versos que nos dejó un soñador inglés… “Cuando vayan mal las cosas, como a veces suelen ir, cuando ofrezca tu camino solo cuestas que subir, cuando tengas poco haber pero mucho que pagar, y precises sonreir aun teniendo que llorar, cuando ya el dolor te agobie y no puedas ya sufrir, descansar acaso debes ¡pero nunca desistir!”
Javier Tebas

2 comentarios:

Delfin Córcoles dijo...

Buenos días amigo Caminant,

El saber que te diriges a la muerte hace que le pierdas el miedo, que no el respeto.

Este es uno de los mejores post que te he leído. Enhorabuena.

Buen jueves.

Jesús García dijo...

Recuerdo una cita de ese gran emperedor y filósofo romano, Marco Aurelio, que decia (no lo recuerdo muy bien) "Sé tú como un promontoriro contra el que se estrellan las olas, él se mantiene inmóvil hasta que en torno suyo se abonanzan las aguas"
Lo que sucede es que las ola que se estrellan contra nuestra vida no son propias de un temporal, sino de un tifón.
Pero hay que aguantar.
Un saludo.