domingo, 7 de diciembre de 2008

El bufón de la Corte...


La Corte española tiene una larga tradición de bufones...
Permitidme que copie una definición más o menos exacta sobre ellos.
Se llama bufón al truhán o gracioso que con sus palabras, acciones y chocarrerías tenía por oficio hacer reír a los poderosos. Según algunos, se llama así porque entre las gracias usuales de tales cómicos había una que consistía en llenar la boca de aire hinchando los carrillos y al recibir un manotazo a mano abierta expulsarlo violentamente haciendo un ruido como de bufido. Mayormente solían ser gente con unas características físicas fuera de lo habitual: jorobados, enanos, etc, y se solían reir más de sus defectos que de sus chistes.
Se piensa que los bufones son exclusivos de la Edad Media y comienzos de la Moderna pero lo cierto es que los cómicos que han vivido de sus gesticulaciones, chistes y piruetas junto a los más pudientes han existido desde hace milenios.
Y mira por donde, en nuestra amada Cataluña, surge el más moderno, grotesto y zafio bufón de la Corte:
Juan Tardá, o Joan Tardá.
El animalico ha rebuznado un par de veces y por esa boquita de pitiminí que tiene ha salido aquello que lleva dentro, es decir: intransigencia,estupidez, cobardía y radicalismo.
Quemar un ejemplar de la Constitución le debe parecer obra de valiente a semejante bestia parda cuando cobra gracias a ella.
Insultar al Rey de España le sale gratis porque está de moda entre la gentuza y no obtiene la respuesta que debe, es decir,la cárcel por ofensas a la Corona.
Mala interpretación del oficio de bufón ha escogido aquí el terralliurense, y bien haría la Justicia en meter en cintura a semejante cabestro.
¡Sigan así, que están haciendo ustedes un favor impagable a Cataluña: la están dejando más sola que la una!.
Pero ya se sabe...de un bufón, poco se puede esperar salvo bufonadas.

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