jueves, 8 de enero de 2009

El perdón...


Hablaba el otro día el buen Chinito sobre el perdón, o más bien, sobre el Sacramento del Perdón en su forma actual, la Confesión,vamos, para entendernos.
El Sacramento ha pasado por diferentes formas de manifestación en la vida del cristianismo. Indudablemente decir que cuanto más se aleja del principio, más enrevesado puede parecernos su manifestación, pero querría puntualizar que el valor del mismo es idéntico al principio.
Coménzose a hacerse una confesión pública y una obtención del perdón comunitario porque se suponía que el pecado ofendía a la comunidad entera.
A través de los siglos se fue pasando a la confesión en privado, pero no de golpe sino lentamente.
S.Ignacio se confesaba con los compañeros de batalla en el cerco de Pamplona...
La confesión actual, que puede parecer rara a la sociedad moderna, tiene un inmenso valor de renovación, de lavado,de purificar sin escrúpulos, todo aquello que, en el fondo, nos atormenta.
La confesión es pues, un encontrarse nuevamente con uno mismo y con la comunidad. No importa acercarse al confesionario o a una salita de despacho.
Es el mismo Jesucristo quien perdona por medio de su ministro sacerdota.
Y esto es lo que ha de importarnos.
Un abrazo,amigos.

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