miércoles, 7 de enero de 2009

María San Gil...


Podría decirse que me resulta una mujer bella, y lo digo...
Podría decirse que me resulta una atractiva mujer...y lo digo.
Todo esto y más me sugiere la figura de esta mujer de hierro, de acero mejor dicho, pero envuelta en un guante de terciopelo. Es un pequeño amor platónico el que tengo por ella porque encarna las virtudes que me producen admiración en el ser humano, y más si es una mujer.
Una luchadora, una mujer honrada, sugerente, con una sensualidad casta, valga la paradoja y con una entrega ejemplar.
¡Cuanto me alegra que no hayas caído en el olvido!. No lo merece ni tu alma ni tu generosidad.
Vas a estar ahí, y supongo que llegarás para decir aquello que siempre has dicho.
María, bello nombre, María, esa mujer...

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