Cuando era niño seguía por televisión la estupenda serie "El Séneca" intepretada por el inolvidable Antonio Martelo, surgida de la pluma del escritor gaditano don José Mª Pemán, injustamente olvidado por su relación con el régimen anterior, como si las fidelidades a los distintos régimenes fuese un pecado execrable.
Defendía don José Mª la siguiente frase que he puesto de título a este papelillo:
Piensa bien aunque no aciertes...
En este mundo de dentelladas, tiburoneos, odios,repulsas, desprecios y demás lindezas, una frase así, en plena concordancia con el espíritu evangélico es una entrada de aire fresco en el alma.
Creo que viene a decirnos que no juzguemos, que demos una segunda oportunidad al que viene y se situa frente a nosotros, que no conocemos lo que le ha llevado a actuar de determinada manera.
Está en nuestra mano darle la vuelta a muchas situaciones. Es cuestión de querer hacer un ejercicio de renovación propia, que indudablemente tiene sus riesgos, pero esta vida en sí ya es un riesgo permanente.
Al menos, actuando así, veremos aflorar más de una sonrisa...
Pasad buen domingo, amigos.
Defendía don José Mª la siguiente frase que he puesto de título a este papelillo:
Piensa bien aunque no aciertes...
En este mundo de dentelladas, tiburoneos, odios,repulsas, desprecios y demás lindezas, una frase así, en plena concordancia con el espíritu evangélico es una entrada de aire fresco en el alma.
Creo que viene a decirnos que no juzguemos, que demos una segunda oportunidad al que viene y se situa frente a nosotros, que no conocemos lo que le ha llevado a actuar de determinada manera.
Está en nuestra mano darle la vuelta a muchas situaciones. Es cuestión de querer hacer un ejercicio de renovación propia, que indudablemente tiene sus riesgos, pero esta vida en sí ya es un riesgo permanente.
Al menos, actuando así, veremos aflorar más de una sonrisa...
Pasad buen domingo, amigos.
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