Ayer me sorprendió la noticia del fallecimiento trágico del niñito hijo de la a su vez fallecida por el vírus de la gripe.
Pensé inmediatamente en la tristeza de esta familia y a su vez en la angustia y frustración de la compañera ATS, del personal sanitario de esa Unidad Neonatal.
A los políticos se les llena la boca de frases huecas hablando sobre sanidad, objetivos conseguidos y demás, pero no tocan tierra, no quieren tocarla, es una realidad demasiado dura, cercana y hasta fea. Por eso intentan disfrazarla, envolverla en su papel de celofán, con su palabrería.
Lo de este trágico error se puede haber evitado. Cada año acceden a puestos de responsabilidad de profesionales recién salidos de la Escuela de Enfermería(en este caso)o de las Facultades de Medicina, sin más bagaje que su profesión e ilusiones intactas.
Son los profesionales más antiguos los que se ocupan de enseñar, tutelar, vigilar y hasta proteger a estos nuevos profesionales que van aprendiendo a base de horas y días.
Ha sucedido esta tragedia pero no es nueva.
Siento profundamente el fallecimiento de la madre y del niñito.
E igual pasa en otros ambitos de la política. Medallas puestas en el pecho de muchos cuando son otros los que sacan las castañas del fuego.
Se debería tocar tierra. Ya es hora, por el bien de muchos.
Pensé inmediatamente en la tristeza de esta familia y a su vez en la angustia y frustración de la compañera ATS, del personal sanitario de esa Unidad Neonatal.
A los políticos se les llena la boca de frases huecas hablando sobre sanidad, objetivos conseguidos y demás, pero no tocan tierra, no quieren tocarla, es una realidad demasiado dura, cercana y hasta fea. Por eso intentan disfrazarla, envolverla en su papel de celofán, con su palabrería.
Lo de este trágico error se puede haber evitado. Cada año acceden a puestos de responsabilidad de profesionales recién salidos de la Escuela de Enfermería(en este caso)o de las Facultades de Medicina, sin más bagaje que su profesión e ilusiones intactas.
Son los profesionales más antiguos los que se ocupan de enseñar, tutelar, vigilar y hasta proteger a estos nuevos profesionales que van aprendiendo a base de horas y días.
Ha sucedido esta tragedia pero no es nueva.
Siento profundamente el fallecimiento de la madre y del niñito.
E igual pasa en otros ambitos de la política. Medallas puestas en el pecho de muchos cuando son otros los que sacan las castañas del fuego.
Se debería tocar tierra. Ya es hora, por el bien de muchos.
1 comentario:
En la sanidad pasa lo que en todos los ámbitos sociales. Hay una realidad y una imagen virtual que es completamente falsa.
Saludos
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