Ayer se despidieron de su audiencia dos periodistas. Todos lo sabemos, por eso este papelillo no tiene nada de original y por eso mismo me apetece escribirlo,porque es simple y llanamente la expresión de mi opinión sobre el tema.
Ambos periodistas me gustan. Parto de aquí. Me gusta especialmente la mesura de César Vidal, su nivel cultural, su ironía ciertamente fina y su respeto en las ondas.
Federico es un ciclón aragonés, ejerce de ello. Y no es del todo la imagen que sale en las ondas.
Creo que detrás de esa figura algo jacobina hay un gran corazón.
Indudablemente no son almas de la caridad.¿Pero quién lo es hoy día?.
Sería injusto no reconocer todo lo bueno que han hecho: el apoyo a las víctimas del terrorismo, a la lucha por la libertad de la objeción de conciencia, la denuncia permanente del paro...tantas cosas que quedan ahí, en las ondas, como los comedores para los menesterosos.
Por mi parte, me parece un error el apoyo que ha dado Federico a Rosa Díez. Casi lo considero un error infantil, suponiendo que sea un error.
Y en cuanto a su postura por la deriva de Mariano Rajoy he de darle la razón a Federico por mucho que pueda doler.
Una cosa distinta es la forma de decirlo, pero cada uno de nosotros somos distintos y o se nos acepta o se nos rechaza.
Luego queda lo que considero una puñalada trapera por parte de la empresa COPE.
No creo que haya sido un simple cese de contrato.
A mi entender, la mano de dos cardenales está detrás, junto a la presión de un político o de varios. No tengo más datos que mis propias conjeturas y por eso, con ellas me quedo.
Algunos periodistas intentarán sacar tajada de estos aparentes cadáveres...siempre ha sido igual, ¡que se le va a hacer!.
El tiempo dejará a cada uno en su lugar. Es como la parábola del trigo y la cizaña.
Crecerán juntos y luego uno irá al molino, a dar harina que servirá para un pan fecundo y el otro irá al fuego...
Les deseo lo mejor, como se lo deseo a COPE.
En septiembre, si Dios quiere, muchos nos engancharemos a EsRadio, a despertarnos con la voz de Federico y creyendo que es posible aún un cambio en España.
Un abrazo, amigos.
Ambos periodistas me gustan. Parto de aquí. Me gusta especialmente la mesura de César Vidal, su nivel cultural, su ironía ciertamente fina y su respeto en las ondas.
Federico es un ciclón aragonés, ejerce de ello. Y no es del todo la imagen que sale en las ondas.
Creo que detrás de esa figura algo jacobina hay un gran corazón.
Indudablemente no son almas de la caridad.¿Pero quién lo es hoy día?.
Sería injusto no reconocer todo lo bueno que han hecho: el apoyo a las víctimas del terrorismo, a la lucha por la libertad de la objeción de conciencia, la denuncia permanente del paro...tantas cosas que quedan ahí, en las ondas, como los comedores para los menesterosos.
Por mi parte, me parece un error el apoyo que ha dado Federico a Rosa Díez. Casi lo considero un error infantil, suponiendo que sea un error.
Y en cuanto a su postura por la deriva de Mariano Rajoy he de darle la razón a Federico por mucho que pueda doler.
Una cosa distinta es la forma de decirlo, pero cada uno de nosotros somos distintos y o se nos acepta o se nos rechaza.
Luego queda lo que considero una puñalada trapera por parte de la empresa COPE.
No creo que haya sido un simple cese de contrato.
A mi entender, la mano de dos cardenales está detrás, junto a la presión de un político o de varios. No tengo más datos que mis propias conjeturas y por eso, con ellas me quedo.
Algunos periodistas intentarán sacar tajada de estos aparentes cadáveres...siempre ha sido igual, ¡que se le va a hacer!.
El tiempo dejará a cada uno en su lugar. Es como la parábola del trigo y la cizaña.
Crecerán juntos y luego uno irá al molino, a dar harina que servirá para un pan fecundo y el otro irá al fuego...
Les deseo lo mejor, como se lo deseo a COPE.
En septiembre, si Dios quiere, muchos nos engancharemos a EsRadio, a despertarnos con la voz de Federico y creyendo que es posible aún un cambio en España.
Un abrazo, amigos.
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