Cuando el asesinato de Miguel Ángel Blanco se produjo tuvimos una respuesta espectacular y sentida:
cientos de miles de españoles salimos de una u otra manera a la calle a decir que bastaba ya, que los dueños de la calle eramos los españoles de bien, la gente normal, decente, los de a pie.
Era una situación dramática pero al mismo tiempo se producía una sensación de que era hora de acabar con el terror y el miedo.
Por desgracia, los políticos, sí no todos bastantes de ellos, echaron tierra al asunto dejando todo aquel impetu sano, de dignidad, mortecino, diluido.
Han pasado muchos años, muchas circunstancias.
Unas elecciones que presumiblemente tenía ganadas el PP acabaron en una matanza de 192 muertos y más de 1800 heridos y un gobierno del psoe con Rodríguez a la cabeza liderando a España.
De ahí en adelante, como si se tratase de una dramática preparación, se da una negociación -rendición con los asesinos etarras, se les deja entrar en los ayuntamientos, todo en aras de conseguir una paz a cambio de algo que todos intuimos: la independencia de las Vascongadas y el paso a la historia de Rodríguez como un nuevo Godoy, príncipe de la Paz.
Este pueblo nuestro es bueno, pero muy olvidadizo.
Olvida tanto a los que les beneficia como a aquellos que le dañan.
Víctimas abandonadas, ninguneadas, ofendidas...
Etarras crecidos y orgullosos, que presumen de su relación con el fiscal general del estado...
Es todo de tal magnitud de podredumbre que deberíamos haber saltado impulsados por un resorte para exigir un cambio de gobierno, obligando a Rodríguez a dimitir y convocar elecciones.
En contra de esto, se le apoyó nuevamente, legitimando sus desmanes, la partición de España con los malditos estatutos de autonomía que no son sino reflejos del taifismo imperante.
Ayer volvieron a morir dos servidores públicos, pero hace un mes, otro inspector de policía moría abrasado, entre gritos de auxilio.
¿No vamos a reaccionar ante eso?.¿Qué sangre llevamos en las venas?. ¿Cuántos más han de morir para que nos movilicemos, para que alguien lidere un resurgir de España en dignidad?.
España tiene tres problemas esenciales:
Terrorismo, economía en reseción y sus políticos. Estas tres cosas han de modificarse, cambiarse para construir una España con los valores que han sido apartados,olvidados.
Durante más de 30 años muchos se han encargado de ir minando la firmeza de nuestra sociedad, su cohesión, su solidaridad entre regiones, sustituyendo todo esto por enfrentamientos, crispación, odios y recelos; sumando desencanto donde había impulso.
Hay un problema esencial y se llama Rodríguez Zapatero. No lo olvidemos.
La desaparición de la vida política de este señor puede marcar el comienzo de la reconstrucción de España.
Nosotros decidimos...
Un abrazo,amigos.
cientos de miles de españoles salimos de una u otra manera a la calle a decir que bastaba ya, que los dueños de la calle eramos los españoles de bien, la gente normal, decente, los de a pie.
Era una situación dramática pero al mismo tiempo se producía una sensación de que era hora de acabar con el terror y el miedo.
Por desgracia, los políticos, sí no todos bastantes de ellos, echaron tierra al asunto dejando todo aquel impetu sano, de dignidad, mortecino, diluido.
Han pasado muchos años, muchas circunstancias.
Unas elecciones que presumiblemente tenía ganadas el PP acabaron en una matanza de 192 muertos y más de 1800 heridos y un gobierno del psoe con Rodríguez a la cabeza liderando a España.
De ahí en adelante, como si se tratase de una dramática preparación, se da una negociación -rendición con los asesinos etarras, se les deja entrar en los ayuntamientos, todo en aras de conseguir una paz a cambio de algo que todos intuimos: la independencia de las Vascongadas y el paso a la historia de Rodríguez como un nuevo Godoy, príncipe de la Paz.
Este pueblo nuestro es bueno, pero muy olvidadizo.
Olvida tanto a los que les beneficia como a aquellos que le dañan.
Víctimas abandonadas, ninguneadas, ofendidas...
Etarras crecidos y orgullosos, que presumen de su relación con el fiscal general del estado...
Es todo de tal magnitud de podredumbre que deberíamos haber saltado impulsados por un resorte para exigir un cambio de gobierno, obligando a Rodríguez a dimitir y convocar elecciones.
En contra de esto, se le apoyó nuevamente, legitimando sus desmanes, la partición de España con los malditos estatutos de autonomía que no son sino reflejos del taifismo imperante.
Ayer volvieron a morir dos servidores públicos, pero hace un mes, otro inspector de policía moría abrasado, entre gritos de auxilio.
¿No vamos a reaccionar ante eso?.¿Qué sangre llevamos en las venas?. ¿Cuántos más han de morir para que nos movilicemos, para que alguien lidere un resurgir de España en dignidad?.
España tiene tres problemas esenciales:
Terrorismo, economía en reseción y sus políticos. Estas tres cosas han de modificarse, cambiarse para construir una España con los valores que han sido apartados,olvidados.
Durante más de 30 años muchos se han encargado de ir minando la firmeza de nuestra sociedad, su cohesión, su solidaridad entre regiones, sustituyendo todo esto por enfrentamientos, crispación, odios y recelos; sumando desencanto donde había impulso.
Hay un problema esencial y se llama Rodríguez Zapatero. No lo olvidemos.
La desaparición de la vida política de este señor puede marcar el comienzo de la reconstrucción de España.
Nosotros decidimos...
Un abrazo,amigos.
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