Anoche tomaba notas mientras escuchaba el telediario para ver que ponía hoy aquí.
Me surgían temas de películas, pero ninguna se adaptaba a mi gusto a la situación actual hasta que de pronto surgió la del Cid. Era la adecuada a la situación que vivimos en nuestra España.
Una gran nación, dividida en varios reinos, con gente que intenta desgarrarla más aún si cabe. Con los representantes de los poderes que no hacen sino denigrarla en todo momento y un pueblo desconcertado y falto de liderazgo...
Y ahí surge la figura de alguien digno, con una honradez a prueba de fuego si fuese preciso, capaz de vivir la soledad del destierro, de la incomprensión, pero con un amor a la patria suficientemente contrastado capaz de soportar todas las penalidades.
Este pueblo está necesitado de alguien que concite ilusión pero que sea realista, que sepa ver las dificultades existentes sin ocultarlas y con la capacidad de combatirlas sin ceder a intereses determinados.
Tiene que existir esa persona. Debe haber nacido alguien con la suficiente fuerza como para cargar sobre sus espaldas a todo un pueblo y hacer del mismo una sociedad digna.
Creo que es el momento adecuado para que El Cid, caballero entre caballeros, cabalgue de nuevo...
Buen fin de semana, amigos.
Me surgían temas de películas, pero ninguna se adaptaba a mi gusto a la situación actual hasta que de pronto surgió la del Cid. Era la adecuada a la situación que vivimos en nuestra España.
Una gran nación, dividida en varios reinos, con gente que intenta desgarrarla más aún si cabe. Con los representantes de los poderes que no hacen sino denigrarla en todo momento y un pueblo desconcertado y falto de liderazgo...
Y ahí surge la figura de alguien digno, con una honradez a prueba de fuego si fuese preciso, capaz de vivir la soledad del destierro, de la incomprensión, pero con un amor a la patria suficientemente contrastado capaz de soportar todas las penalidades.
Este pueblo está necesitado de alguien que concite ilusión pero que sea realista, que sepa ver las dificultades existentes sin ocultarlas y con la capacidad de combatirlas sin ceder a intereses determinados.
Tiene que existir esa persona. Debe haber nacido alguien con la suficiente fuerza como para cargar sobre sus espaldas a todo un pueblo y hacer del mismo una sociedad digna.
Creo que es el momento adecuado para que El Cid, caballero entre caballeros, cabalgue de nuevo...
Buen fin de semana, amigos.
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