domingo, 1 de febrero de 2009

Expresando lo que sientes...


Ha amanecido lloviendo, el cielo está intentando abrir una pequeña brecha en la noche para que el sol, que aún no se distingue, pueda iluminar la Tierra un día más y aquí en el Bar, en el silencio de la mañana, con la cafetera humeante da tiempo para pensar en todo...
Hoy podemos saber en pocas horas, en minutos a veces, lo que pasa en el otro extremo de la tierra. Las noticias llegan a toda velocidad; radio, televisión, periódicos y revistas se encargan de difundir grandes y pequeños acontecimientos, dándoles cada cual su matiz de color predilecto. y nosotros estamos allí, hablando poco menos que con la pantalla del televisor o con la radio, dialogando con un diario o unas páginas impresas a color donde aparecen los personajes más dispares,famosos unos,desconocidos los otros.
Se da una paradoja:que en la era de las comunicaciones al instante, los seres humanos tenemos dificultades para comunicarnos entre nosotros.
A veces sentimos una especie de pudor en comunicar los sentimientos más dignos hacia la persona que vive con nosotros, o no sabemos decir a los que amamos que les queremos profundamente, que son importantes para nosotros.
Cremos que con amar es suficiente y que con saberlo en nuestro interior está todo dicho.
La gente cree que ama y cree que piensa, pero no está muy convencida de la autenticidad de sus afectos ni de sus opiniones. La prueba está en la rapidez con que muchos cambian de opinión y de pareja... Los vínculos paternales y filiales se mantienen a veces por necesidad o por convencionalismo, pero falta verdadero cariño y la expresión natural de ese cariño. Faltan palabras y gestos espontáneos que indiquen la existencia de unos lazos afectivos.
Es habitual que simplemente crucemos un saludo seco, o un movimiento de cabeza o el silencio con las personas que nos cruzamos a lo largo y ancho del día, incluso con nuestros familiares.
Las ideas sobre la vida y sus múltiples aspectos sociales, políticos, económicos, culturales, religiosos y tantos más, varían según modas oscilantes, y como nadie quiere ser señalado como "raro", se acopla a las modas, cambiando de parecer de acuerdo a como sopla el viento.
Es permanecer incomunicados en el mundo de la información. Las horas ocupadas en distintos quehaceres nos sirven de escudo para frenar nuestras relaciones, para intercambiar opiniones o pareceres,para comunicarnos.
Son tantas las veces que escuchamos palabras de amor en los personajes de pantalla, que ya no sentimos la necesidad de decirlas a quienes amamos. Además, la fuerza de la ficción vuelve ficticia nuestra posible y no manifestada expresión.
La falta de comunicación proviene de la inseguridad para decir o hacer aquello que no tenemos claro ni en nosotros ni en los demás.
Creo que se impone revalorizar el ámbito de los sentimientos y reconocerlos como positivos, concediendo a cada uno de ellos el papel que puede y debe jugar en nuestras vidas. Queda en nuestras manos controlar o evitar las emociones nefastas y potenciar las que son beneficiosas, y revalorizar asimismo la capacidad de pensar, de analizar, de escoger, de decidirse y tomar determinaciones actuando en consecuencia; sobre todo, aprender a razonar uno mismo sin dejarse influenciar por lo que es aceptado o no por las corrientes de opinión.
Es preciso un esfuerzo diario por decir lo que sentimos, por decirlo bien y hacerlo a las personas que lo merecen e incluso ayudar a las que pueden no merecerlo para elevar su ánimo y posibilitar un cambio.
Indudablemente se puede hacer un mundo mejor si todos ponemos un poco de empeño en ello.
Un abrazo,amigos.

No hay comentarios: