domingo, 12 de octubre de 2008

Metedura de pata...


Corría el año del Señor 2008, con fecha 11-O, como ponen ahora los cursis. Es decir, el día 11 de Octubre que había comenzado cuando don Mariano Rajoy Brey, sin darse cuenta, había emitido unas opiniones a título privado pero captadas por los micrófonos subrepticiamente abiertos...
Es decir, bien demasiado pronto, pensaría don Mariano Gil, ensimismado en sus propios pensamientos, sin reparar en estas faenas que suelen jugar las ondas, los micrónos y cualquier aparatejo por el estilo.
Casi podría jurar que Mariano Rajoy ha sentido en propia carne el desprecio, el bochorno y el chaparrón.
Eso no es ningún mérito, ni alcaldías,casi todas ellas llenitas de nuestro dinero, que igual ahora está todo él en París.
Lo de ayer bien pudo ser un simple calentón de boca, una gracieta desgraciada, una opinión subliminal expresada en voz alta, pero ni en la situación más benevolente tiene excusas la frase emitida por el jefe de la oposición.
Esperamos los momentos como agua de Mayo y algunos vienen como nuebes negras cargadas de pedrizo...
Rápidamente se han echado encima del sr.Rajoy y su metedura de pata toda la jauría psoera(siguiendo con el lenguaje montero) intentando hacer presa en la yugular y acabar por muerte con el enemigo popular.
No nos pasemos de rodada. Ni corto ni con tres tallas de manga...
Que el sr. Rajoy se aplique el cuento, medite, recapacite en soledad y vea a quien ha despreciado, que personas son recuperables por su parte y en lo sucesivo se abstenga de hacer declaraciones y forme un equipo duro, correoso, firme, capaz de enfrentarse a tanta demagogia y palabrería vacía.
De los unos nada podemos esperar. De los otros aún puede quedar algo de decencia aunque los tiempos no están para tirar cohetes.
Pero sí se ve la labor bien hecha y eso significa un estupendo acercamiento entre el pueblo y sus posibles dirigentes, bien venido sea el movimiento.
Demos un tiempo corto para demostrarnos que ha sido una simple estupidez totalmente subsanable pero sin dejar de ponernos manos a la obra.
Si se pone a trabajar veremos los frutos pronto. Si se queda en la inopia también. Mientras, nos toca soportar el tirón y que no nos llegue la camisa al cuerpo.
¡Total, estamos acostumbrados!.
Un abrazo.

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