miércoles, 15 de octubre de 2008

Una llamada en la tarde...


Suena el teléfono. Lo cojo antes de la tercera timbrada. Al otro lado, una voz masculina pregunta: ¿Caminante?. Contesto que sí y se identifica sin más preámbulos. -Soy Alcides- De ahí en adelante casi dos horas de un hablar fluído y sumamente agradable, sin ningún tipo de pesadez. Tiene Alcides una voz envolvente, agradable, sumamente modulada, correcta, pero invita a confiar. Hemos ido entrando en mayores según pasaban los minutos. Pasando revista a nuestras personas, a lo que supone este espacio, a nuestra forma de expresar, de escribir, de pensar. Estamos vivos porque consideramos la vida algo importante. Incidimos en temas que guardo para mí porque son de índole privado, ya lo disculparéis... Quedamos en continuar con estas llamadas y, ¡por qué no!, en vernos. Al colgar el teléfono, una sensación agradable me queda dentro: existen muy buenas personas en este mundo. Más que malas y con ellas se debe contar para mejorar esta sociedad. Hoy llega a Valencia un barco abortista. No me gusta la palabra ni el sentido. Atracará un barco de la muerte. Asepticamente mortal...¡Qué ironía!. Asepsia para matar en alta mar, cobardía internacional. Dios los perdone. Solbes ha dicho que "España está en la cocina de Europa"...no se me ocurre otro puesto que el de humilde fregona para quién ha sido cocinera reputada. ¡Quevedo: acertaste,maestro!. Pero es preciso pensar en positivo, dar gracias a Dios siempre y seguir avanzando. Es posible. Un abrazo a todos, esperanzado.

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