jueves, 26 de marzo de 2009

En defensa del débil...


Me fijé especialmente en dos grupos de personas. Una señora mayor, en silla de ruedas,con elefantiasis,que es un tipo de pierna gruesa, en tubo,generalmente por problema linfático o de origen amebiano,por contagio de filaria.
Recordé a mi pobre madre.Ella tenía las piernas así.
Observé el afecto con que una sobrina la trataba, mostrándo interés por como se encontraba, enseñándole unas fotos de un niño en el móvil...
Al lado había otra pareja de señoras. Una,muy anciana, también en silla de ruedas,cuidada amorosamente por otra,que parecía ser hija, con un grave problema físico que le deformaba el rostro y con manos mutiladas en sus dedos y sin separación entre ellos, como pinzas de cangrejo...
Ver como la arreglaba,tapaba,acariciaba producía ternura...
Decía Kundera algo parecido a esto:
La verdadera bondad del hombre sólo puede manifestarse en como tratamos a aquellos que no pueden devolvernos nada, en aquellos que están a nuestra merced, a los que podemos dañar o hacer el bien...
Me parece que sobran el resto de consideraciones.
Buen viernes,amigos.

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