Ayer por la noche, el amigo Ecano publicó un artículo lleno de verdades y añadiría que de dolor ante la apatía que vive esta sociedad ante todo lo que nos está cayendo como si toda la situación nos resbalase o estuviesemos encantados con la situación.
Me ha hecho reflexionar nuevamente y me gustaría exponer aquí algunos puntos que he puesto en consideración.
No soy de la ceja...
Quiero que quede claro. No me siento identificado con el pensamiento que rige detrás de tal signo bastante ridículo y de culto al líder.
No creo que por hacer ese gesto se sea más trabajador, ni más progresista, ni siquiera más guapo o más listo.
Simplemente indica una identificación ñoña e infantiloide con un sujeto bastante anodino pero que tiene el poder en sus manos, ¡vaya usted a saber por qué y gracias a qué!...
Quiero dejar claro que no os tengo el odio que parecéis tenernos a los que no somos de la cuerda.
Me lo impide mi conciencia y mi fe. Y eso me hace vivir en algo de paz. En esa paz que queremos para nuestras vidas.
No me dan ustedes de comer. Lo hago gracias a mi trabajo y a la solidaridad de unas leyes anteriormente establecidas.
No ando detrás de algunos traseros ejerciendo de lamedor o como decimos aquí, de escucha pedos.
Eso me proporciona independencia. La del hidalgo pobre, pero al fin y al cabo,independiente.
Algunos de ustedes, tan rodriguistas ahora, aplaudieron y alabaron al anterior Jefe del Estado. ¿No lo recuerdan?. ¡Qué frágil es la memoria!.
Una cosa nos diferencia de ustedes esencialmente:
Somos capaces de criticar a los "nuestros", poniendo como criterio el propio razonamiento antes que el grupo.
Sería incapaz de negociar con los asesinos de más de mil españoles, como tampoco realizaría ningún acto que pusiese en peligro a mi Patria.
Pueden reirse ustedes y llamarme romántico o trasnochado. Incluso pueden intentar ofenderme llamándome español.
No conseguirán ofenderme, sino decir una verdad.
Tampoco sería capaz de gastar ciento treinta millones de pesetas en rehabilitar despachos cuando España tiene cuatro millones de parados. Pero de ustedes no se puede esperar otra cosa que la política de nuevos ricos...
Podría seguir más, pero no quiero cansarles ni privarles de su tiempo.
Por si queda alguna duda termino diciendo:
No. No soy de la ceja.
Buen lunes,amigos.
Me ha hecho reflexionar nuevamente y me gustaría exponer aquí algunos puntos que he puesto en consideración.
No soy de la ceja...
Quiero que quede claro. No me siento identificado con el pensamiento que rige detrás de tal signo bastante ridículo y de culto al líder.
No creo que por hacer ese gesto se sea más trabajador, ni más progresista, ni siquiera más guapo o más listo.
Simplemente indica una identificación ñoña e infantiloide con un sujeto bastante anodino pero que tiene el poder en sus manos, ¡vaya usted a saber por qué y gracias a qué!...
Quiero dejar claro que no os tengo el odio que parecéis tenernos a los que no somos de la cuerda.
Me lo impide mi conciencia y mi fe. Y eso me hace vivir en algo de paz. En esa paz que queremos para nuestras vidas.
No me dan ustedes de comer. Lo hago gracias a mi trabajo y a la solidaridad de unas leyes anteriormente establecidas.
No ando detrás de algunos traseros ejerciendo de lamedor o como decimos aquí, de escucha pedos.
Eso me proporciona independencia. La del hidalgo pobre, pero al fin y al cabo,independiente.
Algunos de ustedes, tan rodriguistas ahora, aplaudieron y alabaron al anterior Jefe del Estado. ¿No lo recuerdan?. ¡Qué frágil es la memoria!.
Una cosa nos diferencia de ustedes esencialmente:
Somos capaces de criticar a los "nuestros", poniendo como criterio el propio razonamiento antes que el grupo.
Sería incapaz de negociar con los asesinos de más de mil españoles, como tampoco realizaría ningún acto que pusiese en peligro a mi Patria.
Pueden reirse ustedes y llamarme romántico o trasnochado. Incluso pueden intentar ofenderme llamándome español.
No conseguirán ofenderme, sino decir una verdad.
Tampoco sería capaz de gastar ciento treinta millones de pesetas en rehabilitar despachos cuando España tiene cuatro millones de parados. Pero de ustedes no se puede esperar otra cosa que la política de nuevos ricos...
Podría seguir más, pero no quiero cansarles ni privarles de su tiempo.
Por si queda alguna duda termino diciendo:
No. No soy de la ceja.
Buen lunes,amigos.
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