miércoles, 11 de marzo de 2009

Rebelión cívica...


Ayer me sentí contento dentro de todo...
Por poco que pueda parecer, nuestras páginas se volcaron en el recuerdo de las víctimas. Muchos de nosotros dedicamos un sentido homenaje, una oración, un acompañamiento de esas personas que sufrieron en sus carnes el cruel atentado.
Además de eso pedimos saber la verdad y reclamamos que paguen por ello tanto inductores como los ejecutantes de la matanza de personas totalmente inocentes.
Salvo honrosas excepciones(Esperanza Aguirre y alguno más), los políticos se han distinguido por ignorar,despreciar o pasar de puntillas por el día de ayer.
La Casa Real envió a los Príncipes a un concierto-recuerdo...
No eso. El Rey es rey de todos los españoles y en estas circunstancias debe estar por encima de lo que le puede decir el Gobierno de turno.
Hemos visto llorar a la Reina en circunstancias parecidas. Sólo les pediría a Sus Majestades que no sean rehenes de Moncloa. No lo merece ningún político, y menos este que ocupa el puesto de presidente del gobierno.
Rodríguez ni apareció por ningún lado. No había elecciones, ¿verdad?. No es huyendo de los fantasmas como se apartan estos, sr. diputado.
Rajoy acudió al concierto. ¡Qué fino y delicado!.
Ruíz-Gallardón impidió acercarse a víctimas del terrorismo mientras que él depositaba las flores en el monumento. ¿De qué tenía miedo?.
Escuché a varios portavoces de las víctimas. La dignidad rezumaba por sus poros.La dignidad y el sufrimiento, pero al mismo tiempo daban serenidad.
Esa serenidad que proviene de la verdad y del amor. Emocionaba escucharlos.
Estamos viendo a un desgobierno aposentado sobre una inmensa duda.
Asistimos a las actuaciones de jueces que suben como la espuma.
Vemos a políticos de uno y otro signo enriquecerse a manos llenas.
Connivencias entre unos y otros, en una espiral de corrupción, desprecio al pueblo, locura, eso sí, amparados en su condición de representantes de la sociedad, manchando la condición de servidores públicos.
Paro, dinero dilapidado, apatía, corrupción, desprecio, prepotencia, oscuridad...
¿Hasta cuando?.
Está visto que entienden un lenguaje solamente: el del palo.
Y a eso se ha de llegar. Si la ley no es suficiente, al pueblo le queda el recurso de la rebelión cívica, de la desobediencia civil antes que la Patria se hunda.
No es una locura. Si lo pensamos seriamente, es mejor que caigan ellos que todos nosotros.
Ghandi ya lo puso en marcha con el Imperio Británico.
Martin Luther King se atrevió a utilizar este método contra las leyes racistas.
Podemos poner en marcha manifestaciones, concentraciones de personas, dejar de utilizar transportes públicos, llenar de pancartas, banderas, pasquines las ciudades y los pueblos...
Cualquier cosa ante que resignarse ante gente que es menos que todos nosotros.

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