Seguimos asistiendo al sinvivir(es una forma de denominarlo.No se me ocurre otra de momento) de las noticias que configuran nuestra realidad española( y perdón por lo de española a los que les moleste.¡ Qué se va a hacer!).
Tengo la impresión de que algo se mueve. No con la velocidad que muchos desearíamos, pero sí con algunos indicativos de que la situación ya no es el paseo triunfal que hasta ahora parecía acompañar a todas las actuaciones del desgobierno sostenido por el psoe.
La estrella del diputado Rodríguez no brilla con la misma fuerza. Le crecen algunos enanos y algunos sillones,pocos por desgracia, parecen moverse.
No voy a citar ninguna circunstancia. Las sabemos por activa y por pasiva, pero sí decir que si algo comienza a no rodarle a él tan bien es que comienza a rodarnos bien al resto.
Se cae de cajón.
Vengo a decir esto como complemento a lo que escribía ayer sobre la desobediencia civil, la real oposición.
Cada época tiene su forma de desarrollo. No es comparable la forma de hacerlo en los años 60 que ahora, pero sí que podemos ayudar a despertar en algunos compatriotas la conciencia de que un cambio es posible.
Cambiar no es poner a otros en su lugar que haga lo mismo. Para ese viaje no hacen falta alforjas.
Los políticos pueden ser corruptos, prepotentes, crueles, pero no son tontos. Se sienten incómodos cuando ven la posibilidad de que su paseo militar no acabe en tal.
Bien. Propiciemos su nerviosismo.
Soy realista que nos consideran poco más que siervos votantes...
De acuerdo, juguemos con las mismas cartas. Hagámosles sentir esa incomodidad en sus nucas.
Sólo hace falta leer la prensa o escuchar las noticias. No están tranquilos.
Pues con ánimo, con el sentimiento de que nada podemos perder y algo ganar. A por ellos.
Buen día, amigos.
Tengo la impresión de que algo se mueve. No con la velocidad que muchos desearíamos, pero sí con algunos indicativos de que la situación ya no es el paseo triunfal que hasta ahora parecía acompañar a todas las actuaciones del desgobierno sostenido por el psoe.
La estrella del diputado Rodríguez no brilla con la misma fuerza. Le crecen algunos enanos y algunos sillones,pocos por desgracia, parecen moverse.
No voy a citar ninguna circunstancia. Las sabemos por activa y por pasiva, pero sí decir que si algo comienza a no rodarle a él tan bien es que comienza a rodarnos bien al resto.
Se cae de cajón.
Vengo a decir esto como complemento a lo que escribía ayer sobre la desobediencia civil, la real oposición.
Cada época tiene su forma de desarrollo. No es comparable la forma de hacerlo en los años 60 que ahora, pero sí que podemos ayudar a despertar en algunos compatriotas la conciencia de que un cambio es posible.
Cambiar no es poner a otros en su lugar que haga lo mismo. Para ese viaje no hacen falta alforjas.
Los políticos pueden ser corruptos, prepotentes, crueles, pero no son tontos. Se sienten incómodos cuando ven la posibilidad de que su paseo militar no acabe en tal.
Bien. Propiciemos su nerviosismo.
Soy realista que nos consideran poco más que siervos votantes...
De acuerdo, juguemos con las mismas cartas. Hagámosles sentir esa incomodidad en sus nucas.
Sólo hace falta leer la prensa o escuchar las noticias. No están tranquilos.
Pues con ánimo, con el sentimiento de que nada podemos perder y algo ganar. A por ellos.
Buen día, amigos.
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