No voy a referirme a la Editorial Ruedo Ibérico que, desde Francia, allá por el 61, se dedicaba románticamente más que otra cosa, a enviar a España libros prohibidos por el Régimen.
No,este ruedo ibérico, muy al pesar de algunos, es donde estamos todos. Unos en el albero, frente al morlaco, y otros en los tendidos, no siempre del 7, ni de sol o sombra...
Estamos todos, pero no parecen quererlo algunos. Mi pregunta es simple:
¿A cuantos representan en realidad tras tanto tiempo y, si es que no, por qué no hablan?.
Me gustaría una respuesta clara, definitiva, sin tapujos, pero tanto de los que odian a la p...España, hasta aquellos que la amamos hasta el extremo.
Las verdades, enteras, que no admiten doblez.
Me gustaría saber cuantos de los que no alzan ni una voz, o que no sonríen a los chicos que son nuestra juventud, son lo suficientemente fuertes como para decirles que no por callar se alcanzan más cotas de libertad o de la misma coincidencia patria...
Cansa ver que las únicas verdades son las que ellos dicen, y que, nosotros, vayamos de aquí para allá, sin ofenderlos para convivir en paz(¿?).
Igualmente produce asco ver a esos "líderes" mofarse del sentimiento más arraigado en el hombre: el pan.
Ellos comen bogavante y se trasiegan botellas de seiscientos y despachan un gran reserva finalizando con un excelente café recién hecho.
Y asentimos, por no montarla, porque no nos consideren integrantes de una situación ilegal sucedida hace casi setenta años, y de esto se aprovechan para que seamos libres tan sólo de boquilla.
Asistimos al apredeamiento por provocador(¿?) del autobús Galicia bilingüe, cuando repartía, no imponía, hojas informativas sobre lo más sagrado de sus hijos: la educación.
Se queman fotos de los reyes, símbolo de la unidad de la Corona de España y hemos de ver en televisión a esos cabestros ensoberbecidos, marcharse de rositas porque la justicia está podrida desde su base.
Vemos con estupor que la crisis nos afecta sólo a nosotros porque a los políticos les ha dado por gastar compulsivamente, y muy al contrario, el pueblo llano comienza a cerrarse algún que otro agujero en el cinturón por las que puedan venir.
Se niega a los niños hasta lo más sagrado: la expresión en el idioma que les hace relacionarse con todo el mundo.
Se ataca a la reina porque ha expresado su opinión como española. ¡ Piden su cese el atajo de analfabetos que desconocen hasta donde llegan las atribuciones de cada estamento.
Se busca promover el crimen en el vientre de la madre, excusándose en un decreto infame, y se pide silencio tras los aplausos, cuando en realidad te gustaría liarte la manta a la cabeza y a repetir experiencia cuartelaria.
Tantos y tantos temas que callamos, que evitemos salgan al exterior, porque no se rompa el frágil hilo que nos qudan.
Va siendo hora que los toreros de esta plaza, de este ruedo ibérico, tengamos las mismas oportunidades y demos capotazos al mismo toro, en un esfuerzo común.
No podemos dar más pasos atrás, hay que recuperar más bien, el tiempo perdido.
Un abrazo, amigos.
No,este ruedo ibérico, muy al pesar de algunos, es donde estamos todos. Unos en el albero, frente al morlaco, y otros en los tendidos, no siempre del 7, ni de sol o sombra...
Estamos todos, pero no parecen quererlo algunos. Mi pregunta es simple:
¿A cuantos representan en realidad tras tanto tiempo y, si es que no, por qué no hablan?.
Me gustaría una respuesta clara, definitiva, sin tapujos, pero tanto de los que odian a la p...España, hasta aquellos que la amamos hasta el extremo.
Las verdades, enteras, que no admiten doblez.
Me gustaría saber cuantos de los que no alzan ni una voz, o que no sonríen a los chicos que son nuestra juventud, son lo suficientemente fuertes como para decirles que no por callar se alcanzan más cotas de libertad o de la misma coincidencia patria...
Cansa ver que las únicas verdades son las que ellos dicen, y que, nosotros, vayamos de aquí para allá, sin ofenderlos para convivir en paz(¿?).
Igualmente produce asco ver a esos "líderes" mofarse del sentimiento más arraigado en el hombre: el pan.
Ellos comen bogavante y se trasiegan botellas de seiscientos y despachan un gran reserva finalizando con un excelente café recién hecho.
Y asentimos, por no montarla, porque no nos consideren integrantes de una situación ilegal sucedida hace casi setenta años, y de esto se aprovechan para que seamos libres tan sólo de boquilla.
Asistimos al apredeamiento por provocador(¿?) del autobús Galicia bilingüe, cuando repartía, no imponía, hojas informativas sobre lo más sagrado de sus hijos: la educación.
Se queman fotos de los reyes, símbolo de la unidad de la Corona de España y hemos de ver en televisión a esos cabestros ensoberbecidos, marcharse de rositas porque la justicia está podrida desde su base.
Vemos con estupor que la crisis nos afecta sólo a nosotros porque a los políticos les ha dado por gastar compulsivamente, y muy al contrario, el pueblo llano comienza a cerrarse algún que otro agujero en el cinturón por las que puedan venir.
Se niega a los niños hasta lo más sagrado: la expresión en el idioma que les hace relacionarse con todo el mundo.
Se ataca a la reina porque ha expresado su opinión como española. ¡ Piden su cese el atajo de analfabetos que desconocen hasta donde llegan las atribuciones de cada estamento.
Se busca promover el crimen en el vientre de la madre, excusándose en un decreto infame, y se pide silencio tras los aplausos, cuando en realidad te gustaría liarte la manta a la cabeza y a repetir experiencia cuartelaria.
Tantos y tantos temas que callamos, que evitemos salgan al exterior, porque no se rompa el frágil hilo que nos qudan.
Va siendo hora que los toreros de esta plaza, de este ruedo ibérico, tengamos las mismas oportunidades y demos capotazos al mismo toro, en un esfuerzo común.
No podemos dar más pasos atrás, hay que recuperar más bien, el tiempo perdido.
Un abrazo, amigos.
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