Ya sabéis de mis cuitas con el ordenador del Bar.
¡El pobre está para el arrastre!. Lo tocamos tres personas y está castigado, justo es reconocerlo. Los hijos, esos entes que viven, crecen,se desarrollan y permanecen en el hogar pasan del tema cuidados al pc como de orinarse en la cama.
¡Ah,eso es cosa del padre!...
Mil veces les he comentado: este ordenador tiene fiebre, respira mal, está enfermo...
Te miran de aquellas maneras que indican "la cosa no va conmigo" y siguen su camino.
Yo lo cuido, lo arropo, procuro no fatigarlo, espero sus reacciones de viejo cascarrabias, pero ni esos cuidados han podido restablecerlo.
Pero alguien se ha apiadado de él y al mismo tiempo casi de mi: Ha sido Angelina.
Ayer estuvo casi media mañana colgada al teléfono, con una paciencia de santo Job, indicándome los pasos a seguir.
Yo notaba que según hablábamos se congestionaba más pensando las burradas a las que habíamos sometido a este pobre bicho con tripas de silicio.
Después de una primera cura el paciente pudo ponerse en pie, que no es poco dadas las circunstancias.
Ya me daba por contento pero hoy, puntualmente a las 9 ha sonado el teléfono. Era ella, y hemos vuelto al ataque, hasta las 14 h con un par de horas si ha llegado de interrupción.
Ya está mejor el paciente, aunque aún renquea y posiblemente siga precisando de tratamiento.
Pero eso está muy solucionado:
Tiene médico en la persona de Angelina y ATS en la mía propia, así que intentaremos recuperarlo.
Gracias a ella este papelillo ha sido posible.
¡El pobre está para el arrastre!. Lo tocamos tres personas y está castigado, justo es reconocerlo. Los hijos, esos entes que viven, crecen,se desarrollan y permanecen en el hogar pasan del tema cuidados al pc como de orinarse en la cama.
¡Ah,eso es cosa del padre!...
Mil veces les he comentado: este ordenador tiene fiebre, respira mal, está enfermo...
Te miran de aquellas maneras que indican "la cosa no va conmigo" y siguen su camino.
Yo lo cuido, lo arropo, procuro no fatigarlo, espero sus reacciones de viejo cascarrabias, pero ni esos cuidados han podido restablecerlo.
Pero alguien se ha apiadado de él y al mismo tiempo casi de mi: Ha sido Angelina.
Ayer estuvo casi media mañana colgada al teléfono, con una paciencia de santo Job, indicándome los pasos a seguir.
Yo notaba que según hablábamos se congestionaba más pensando las burradas a las que habíamos sometido a este pobre bicho con tripas de silicio.
Después de una primera cura el paciente pudo ponerse en pie, que no es poco dadas las circunstancias.
Ya me daba por contento pero hoy, puntualmente a las 9 ha sonado el teléfono. Era ella, y hemos vuelto al ataque, hasta las 14 h con un par de horas si ha llegado de interrupción.
Ya está mejor el paciente, aunque aún renquea y posiblemente siga precisando de tratamiento.
Pero eso está muy solucionado:
Tiene médico en la persona de Angelina y ATS en la mía propia, así que intentaremos recuperarlo.
Gracias a ella este papelillo ha sido posible.
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