lunes, 17 de noviembre de 2008

Imago Dei ...(Con cariño, a Alcides)


Paseabamos juntos Mc Murphy, Nuria, Alcides y yo y creo recordar que hablabamos de en qué lugar surgían las ideas para escribir.
Defendía yo como lugar especial de inspiración el baño. Y no va en broma. Es el momento de la ducha, de la purificación ritual(le sale a uno el alma judía de sus antepasados)cuando acuden prestas esas ideas que, torpemente las más de las veces, intentas plasmar en este folio virtual.
Así ha surgido este papelillo. Acababa de despertarme en este horario cartujo mío cuando me ha venido a la mente el título:
Imago Dei...así, como suena, en latín.
Soy de los que creo que Dios escribe recto con renglones que pueden parecernos torcidos a los seres humanos. O escribe torcido con tal de llegar al punto final, al momento recto... ¡Qué más da!.

Una vez que había creado las infinitas estrellas, la tierra con sus montañas, mares, bosques y todo tipo de animales, Dios, según la Sagrada Escritura, formó su obra culmen diciendo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y nuestra semejanza, para que domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados y sobre todas las bestias de la tierra y sobre cuantos animales se muevan sobre ella.” (Gen 1,27)
A imagen de Dios...
La imagen es aquel reflejo de la realidad sin ser la misma realidad. Es lo más parecido a ella sin serlo definitivamente...
Santa Catalina de Siena, hablando con Dios un día sobre la creación del hombre, exclamó: “Por amor lo creaste, por amor le diste un ser capaz de gustar tu Bien eterno.”
Por amor crea Dios al hombre, nos crea,en comunicación, para llegar a Él misteriosamente de nuevo, en un retorno sin fecha conocida por nosotros.
Tenía yo un profesor de teología que nos decía:
Frente al Misterio sólo caben dos posturas. O negarlo, o adorarlo.
El creyente toma esta segunda opción. Adora, cree, espera...
Sin embargo, podemos descubrir algo de su "rostro" al ver a cada hombre, pues, desde que Cristo vino al mundo, todo gesto de amor que hagamos al otro está hecho a Él ("a mí me lo hicisteis", Mt 25,40).
Esto resumiría el sentimiento de imagen del hombre, el por qué de ser imagen, el valor de la imagen.
Esa es la imago Dei, la imagen de Dios. Sois templos del Espíritu Santo...
Por eso la vida humana es tan preciosamente sagrada, porque es imagen del Dios vivo.
Me gustaría que este pequeño papelillo le sirviese al amigo Alcides para su página o le diese la utilidad que crea conveniente.

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